Como si no fuera suficiente el hundimiento promedio de 10 a 30 centímetros anuales en la capital del país, este junio fue histórico en términos de precipitaciones: se registraron las lluvias más intensas en 57 años.
Desde 1968, no se había registrado una acumulación de este tipo, en junio de 2025 fueron 337 millones de metros cúbicos de agua debido a fuertes precipitaciones. Este fenómeno se atribuye al cambio climático, que ha incrementado la frecuencia e intensidad de las lluvias torrenciales en la capital, haciendo que eventos antes considerados atípicos ahora sean la nueva normalidad.
Además de las alertas en varias alcaldías por el creciente riesgo de inundaciones y deslaves, las autoridades han activado protocolos de protección civil para salvaguardar a la población y sus propiedades.
La capital del país enfrenta su temporada de lluvias más crítica, la atmósfera, al calentarse, retiene más humedad y, cuando la libera, lo hace de manera repentina. El problema reside en que a pesar de las intensas precipitaciones, gran parte de esta agua se desperdicia debido a la falta de infraestructura adecuada para su captación y almacenamiento, y esa es la prioridad del gobierno capitalino.