Los "pinchazos" en la Ciudad de México comenzaron a registrarse en marzo de 2025, principalmente en el Sistema de Transporte Colectivo Metro y Metrobús. En junio de 2025, disminuyen “pinchazos” en transporte público y es que ya identificaron sustancia que inyectan.
Las víctimas reportan sentir un piquete inesperado, seguido de síntomas como mareo, somnolencia y adormecimiento, lo que ha generado alarma entre los usuarios. Se han acumulado más de 70 denuncias, con 56 casos en el Metro y otros en el Metrobús y la vía pública. También hay casos registrados en el Edomex.
La mayoría de los ataques se reportan en estaciones concurridas y zonas del transporte público, y el fenómeno ha generado preocupación social y medidas legales para tipificar estas agresiones como delito, con penas de hasta 7.5 años de prisión.
Por lo pronto, los casos han disminuido considerablemente desde el último corte del 27 de mayo en la capital del país, cuando se contabilizaban 65 con punción y 55 con otras lesiones. Los casos más recientes se consideran incidentes puntuales, y el seguimiento incluye análisis toxicológicos y declaración de las víctimas.
Por otro lado, se han identificado dos principales sustancias que han hecho que las víctimas de “pinchazos” pierdan el conocimiento segundos después del ataque en el transporte público y hasta en la vía pública:
Benzodiacepinas: Son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central, produciendo efectos sedantes, ansiolíticos y relajantes musculares, pero siempre bajo prescripción médica debido a su alto potencial adictivo y efectos secundarios.
Tetracanabinoides o THC: Es el principal componente psicoactivo del cannabis, responsable de producir efectos como relajación, alteración de los sentidos, somnolencia y cambios en la percepción de la realidad. Se ha reportado la inyección de sustancias que contienen THC para provocar sedación rápida y desorientación en las víctimas de “pinchazos”, facilitando así posibles delitos como robos o agresiones.